Los seres humanos tenemos cinco sentidos y cada uno de ellos se utiliza para una acción determinada. Uno de los más importantes es el oído. Sin este sentido, la comunicación sería bastante complicada y el equilibrio de nuestro cuerpo necesitaría de una reeducación. Con el sentido del oído podemos recibir información de los sonidos de nuestro entorno, reconocer los diferentes fenómenos naturales, así como animales y, sobre todo a las personas, sin necesidad de verlas. Las personas tenemos la necesidad de comunicarnos entre nosotros y para ello hemos desarrollado el lenguaje.
Pero una de las necesidades más importantes del ser humano respecto a esta necesidad de comunicación, es que éste necesita sentir que es escuchado. En la comunicación destacan dos los elementos fundamentales. el emisor y receptor, que en una conversación se alternan. Esto, si lo vemos desde un punto de vista científico. Pero desde el punto de vista social es diferente. Además de oír a la otra persona, escuchar es algo fundamental y que hace que el mensaje se reciba mucho mejor y que, además, haya una implicación de las personas que hablan.
Saber escuchar no sólo es oír a otra persona, es mucho más. Por un lado se necesita que haya una empatía entre el emisor y receptor, un conocimiento previo de ambos, o que el tema de la conversación sea de interés para ambos. En caso contrario, es mucho más complicado que se quiera escuchar lo que se dice. Una vez que se establece esa relación entre ellos, lo que se expresa es importante para, por lo menos, una de las personas. También, es clave tener en cuenta que, como es natural, cuando nosotros queremos escuchar a alguien, tenemos que estar abiertos a que lo que se dice e, independientemente de que pueda gustarnos o no, los sentimientos de la persona estarán presentes en la conversación y lo que tiene que interesar es la otra persona y no nosotros.
Para escuchar tenemos que ejecutar los sentidos, aprovechándolos. Tenemos que tener una conexión visual con la persona para que entienda y sepa que nos importa lo que nos está diciendo. Nuestra postura corporal y gestos han de ser cercanos y lentos para aportar tranquilidad y relajación a quien nos habla. Saber escuchar es algo importante y necesario en los seres humanos porque es lo que nos ayuda a relacionarnos, nos hace conocer a quien tenemos delante, ya sea su personalidad, sus temores, deseos, etc., nos aporta información útil desde el punto de vista humano y es una forma de aumentar nuestro conocimiento.
Referencia: https://www.importancia.org