Técnicas para potenciar la autoestima infantil

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La autoestima es una necesidad emocional, que en el caso de los niños depende también de su entorno familiar y académico. Por ello, padres y maestros pueden ayudar a potenciarla. Te explicamos cómo.

Escrito por Maite Nicuesa Guelbenzu, Doctora en Filosofía y experta en coaching

La autoestima, la base de la felicidad infantil

El desarrollo integral de un niño implica que los padres, como adultos, no sólo atiendan sus necesidades materiales, sino también, las emocionales: amor, cariño, atención y afecto. A veces estas cosas se olvidan y la autoestima del niño puede resentirse.

La autoestima es una necesidad emocional para cualquier ser humano. Sin embargo, existe una gran diferencia entre la infancia y la etapa adulta: una persona mayor es consciente de sí misma y de su identidad, por tanto, su bienestar depende, principalmente, de sí misma y de su actitud. Sin embargo, un niño está en pleno proceso de crecimiento y de formación de su personalidad, su bienestar depende no sólo de sí mismo, sino también del entorno familiar y académico.

De hecho, ambos ámbitos están en clara conexión, por ello, es muy positivo que exista una comunicación constante entre los profesores del colegio y los padres. Las tutorías tienen como objetivo intercambiar impresiones para analizar no sólo la evolución académica del niño, sino también su actitud y su comportamiento. En muchos casos, cuando un niño baja su rendimiento académico, tiene esta respuesta en base a un problema en el hogar: un proceso de divorcio, carencias afectivas o también, falta de integración con los compañeros de clase. Ambos, padres y profesores, deben tenerlo en cuenta para actuar en consecuencia y ayudar al niño a encontrar soluciones.

Las principales causas de una baja autoestima en el niño son: falta de amigos, complejos físicos, familias desestructuradas, falta de integración en clase, soledad… Descubre cómo ayudarle a recuperarla.

Actividades y juegos para construir la autoestima en niños

Algunos juegos y ejercicios prácticos que puedes realizar con tu hijo para construir su autoestima son:

“Yo soy”

Puedes realizar esta actividad con una hoja en blanco y lápices de colores.

En primer lugar, pídele que escriba una lista con palabras que le describan, pueden ser positivas o negativas. Después, pídele que escriba las cosas buenas que los demás dicen de él. Pega la foto de tu hijo en el centro de un papel y pídele que rodee la foto con palabras positivas sobre él. Por último, pon la foto en su habitación para reforzar las cosas positivas de tu hijo.

Enumera los éxitos en tu vida

Una forma adecuada de mejorar la autoestima de los niños es recordarles sus logros.

Con un papel y un lápiz, pídele que haga una lista con los logros que ha obtenido hasta ese momento, dejando espacio para añadir más después. Para recordarle su potencial puedes pedirle que escriba los logros obtenidos cada día antes de ir a la cama. Hacer esto cada día puede ayudarle a recordar que sabe hacer cosas y aumenta su autoconfianza.

Experiencias positivas

Se trata de una actividad grupal que se puede realizar con familiares o amigos con una caja y cartas.

El grupo debe sentarse formando un círculo y cada miembro debe tener una carta. Después, se le pide a cada uno de los miembros que escriba su nombre en su carta y que la introduzcan en la caja. Se mezclan todas las cartas en la caja y cada uno coge una carta de la caja. Entonces, cada uno debe escribir algo positivo de la persona que sale en la carta y pasar la carta a la persona que está a su lado y así hasta que todos hayan escrito algo bueno del nombre que aparece en la carta.

Posteriormente, se meten de nuevo todas las cartas en la caja y a cada uno se le da carta en la que sale su nombre y se le pide que lea las cosas buenas que los demás han puesto de él.

Tengo miedo de…

El miedo es muy poderoso y puede hacer que no hagamos cosas que realmente queremos hacer. Esta actividad puede ayudar a tu hijo a enfrentarse a cosas que teme.

Pídele que escriba aquellas cosas que tiene miedo a hacer. Por ejemplo, puede tener miedo a aprender a nadar o a hablar en público, etc.

Las oraciones deben ser del tipo: “Tengo miedo a aprender a nadar porque…

Después debes pedirle que imagine que hace aquello que teme. Por ejemplo, imaginar que está nadando. Y que escriba los posibles resultados o consecuencias de intentar hacerlo, ¿qué puede pasar?

Visualización

Los pensamientos negativos pueden ser muy incapacitantes hasta el punto de no poder hacer nada nuevo. Si tu hijo se encuentra en esta fase, esta actividad puede ayudar.

Averigua por qué tu hijo piensa que no es bueno en algo o tiene miedo a hacer algo. Por ejemplo, si está preocupado por ir a la escuela, céntrate en eso. Pídele que se imagine como debería ser el escenario perfecto para poder cambiar eso negativo. Pídele que cierre los ojos y que se imagine ese escenario que ha descrito previamente y cómo se sentiría si pudiese ser real. Dile que escriba cómo se siente cuando visualiza esa situación idílica y que piensa sobre sí mismo.

 

Referencia: http://www.webconsultas.com

 

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