Por: Belinda Lorenzo Morales

La palabra servicio se deriva del verbo servir. Cuando servimos, lo hacemos de forma voluntaria, innata y agradecida. Como seres racionales, entendemos que hemos nacido, crecido y desarrollado con el deseo genuino de servir y ayudar a otros.

Como decía el fenecido presidente estadounidense Benjamín Franklin: «Bien hecho es mejor que bien dicho». A veces pensamos las cosas y las decimos de forma correcta, pero al momento d ejecutarlas nos quedamos en blanco.

El servir es de ganadores. Cuando una persona sirve con amor sin importar raza, sexo, ideología religiosa, política o estatus social y económico; por medio del servicio se pueden impactar vidas y nos convierte en seres especiales y únicos.

Tenemos en nuestras manos el deseo, la habilidad y el talento de llegar a múltiples persona por el solo hecho de establecer un contacto de servicio.

Que mejor oportunidad de llevar a cabo un servicio que como característica sea excelente y de calidad. Pues es una forma de identificarnos y establecer un vínculo o empatía. Hay muchas formas de servir, no importa cuál sea la que realices, la ejecutes con respeto, amor y dedicación.

Servimos por el hecho de que nos agrada hacer las cosas bien, en orden, correctas y con una actitud positiva que diga realmente de qué estamos hechos. Que se les presente a todos y al mundo que estamos llenos de valores, virtudes y fortalezas; estamos conscientes que haciendo un buen servicio con calidad y de forma efectiva llegaremos a a excelencia. ¿A cuántos has servido hoy?

Todos los días son oportunidades para servir a otros. 

¡Feliz día del servicio al prójimo!