Por: Belinda Lorenzo Morales
El huracán es un tipo de ciclón tropical que tiene vientos en forma de espiral que se desplazan sobre la superficie terrestre. La energía que produce un huracán es tan inmensa que proveería seis meses de consumo de energía eléctrica a toda la nación Americana. Los huracanes son clasificados de acuerdo a la intensidad de sus vientos sostenidos. El huracán María fue categoría cinco, pero cuando piso suelo en Puerto Rico había bajado a la categoría cuatro con vientos extremos sostenidos de 130 a 155 millas por hora. El primer huracán que golpea la zona en más de 80 años.
Tras el paso del huracán María el miércoles, 20 de septiembre de 2017, la palabra que describía a la isla era devastación. Asimismo, el presidente estadounidense Donald Trump definió a Puerto Rico en una sola palabra: “borrado”. Y es que al otro día del desastre no había techo de madera en las casas, árboles en pie, solo escombros por doquier, postes del tendido eléctrico por todas las calles y en los patios de las casas, todo era un aire de soledad e incertidumbre. Es por esto que muchas personas que no prepararon sus viviendas y suministros de primera necesidad fueron los primeros en afectarse con el paso de este evento atmosférico. El aspecto físico, sicológico y emocional quedó sumamente afectado; muchas personas perdieron la vida al perder sus casas en inundaciones y por los fuertes vientos y derrumbes.
Otros por su parte no resistieron la presión de los vientos y se privaron de la vida. Este evento nos enseña que debemos estar más enfocados y tenemos que darle importancia a los boletines de alerta durante la temporada de huracanes que comprende desde el 1ro de junio hasta el 30 de noviembre para evitar grandes pérdidas y estar más unidos a la Familia. Pues una comunicación efectiva y el apoyo familiar son vitales en el momento de atravesar por un evento tan destructivo.
Además de afectarse el aspecto físico, sicológico y emocional del individuo, se afectó de gran manera el aspecto económico porque debido a la escasez de alimentos y la falta de energía eléctrica hubo que incurrir en gastos de alimentos, agua y combustible para el mantenimiento de generadores en las viviendas. Muchas de las Municipalidades en la isla, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), así como entidades sin fines de lucro donaron equipos, alimentos y agua a muchas comunidades, como parte del levantamiento del país. Cabe destacar que debido al paso del huracán se afectó la ruta marítima por lo que los buques de carga llegaron tarde a puerto y el conseguir alimentos y demás artículos se hizo muy difícil, puesto que las filas en el comercio eran muy largas, los productos eran escasos y el pago podía ser solo en efectivo. Así los delincuentes se aprovechaban de la situación para robar a las personas, como parte del descontrol emocional y sicológico tras el paso del fenómeno atmosférico.
Actualmente, miles de Familias aún se encuentran sin servicio de electricidad desde el huracán, pues a diferencia de pasados eventos atmosféricos, los servicios básicos fueron detenidos antes de llegar el huracán; entiéndanse: servicio de electricidad, agua, comunicaciones, celulares, etc. Este evento a servido para unir a la comunidad y muchos ciudadanos se han reinventado, pues han creado calentadores de gas para no bañarse con agua fría y han colocado lámparas de energía solar para alumbrarse en la noche. Al parecer los gastos son interminables para las Familias sin servicio de electricidad en toda la isla.
Muchas Familias han sufrido un impacto más grande que otras, como aquellas familias que lo perdieron todo o que no tuvieron alimento para comer o que aún no cuentan con el servicio de agua potable y electricidad. Somos una isla bendecida y nos hemos puesto de pie de forma rápida. Todavía queda mucho por hacer, pero trabajando en equipo podemos seguir iluminando comunidades y ayudando a todo el necesitado. Es por esto que se inspiró un pueblo y se unió bajo una misma meta: #puertoricoselevanta.