Enciclopedia de Puerto Rico- Fundación Puertorriqueña de las Humanidades
Entre las décadas de 1920 y 1930, comenzó a consolidarse y a fortalecerse lentamente la industria de la radio que despuntaría en la década del cuarenta. Joaquín Agusty Ramírez de Arellano había comenzado la transmisión de WKAQ radio en 1922 como parte de los proyectos de innovación telefónica en la isla
WNEL, de don Juan Pizá, fue la segunda emisora del país, fundada en San Juan el 17 de noviembre de 1934. Julio M. Conesa inauguró en Ponce la tercera emisora el 30 de mayo de 1936, la WPRP, que luego pasó a manos de la Voice of Puerto Rico, Inc., a cargo de Ramón Montaner.
En 1937 la industria publicitaria incursionó directamente en la radio y estableció la cuarta estación de radio en la isla, WPRA-Mayagüez, cuyo dueño era la Puerto Rico Advertising Company de Andrés Cámara. El establecimiento de la WPRA estuvo bajo la supervisión del ingeniero Rafael Pérez Perry. Mientras que Ponce tuvo una segunda estación en 1940, WPAB, propiedad de la Porto Rico American Broadcasting Corporation.
Félix Muñiz Souffront fundó en 1923 la primera agencia de publicidad de Puerto Rico: West Indies Advertising Company. 19 años después, en 1943, Muñiz Souffront y Enrique Abarca Sanfeliz abrieron la quinta estación radial de Puerto Rico, WIAC (al igual que había hecho la WPRA, las siglas de la estación correspondían a las de la agencia publicitaria). José Ramón Quiñones fundó en 1947 WAPA Radio, cuyas siglas eran las de la Asociación de Productores de Azúcar.
El mapa de ampliación de cobertura de la industria radial durante los años treinta y cuarenta; época de diversos proyectos para el desarrollo económico de la isla, se completó en 1948. Si bien entre 1922 y 1942 sólo había cinco estaciones que cubrían a San Juan, Ponce y Mayagüez, entre 1943 y 1948 se establecieron 17 estaciones de radio, para un total de 22, con estaciones en Arecibo (WKBM, 1945 y WCMN, 1946), Caguas (WRIA, 1947) y Fajardo (WIBS, 1947).
Programas radiales de las décadas del 1930, 40 y 50 tales como, «Los jíbaros de la radio», (primer programa de la radio puertorriqueña, que se transmitió por WKAQ radio desde el 5 de diciembre de 1932 hasta 1959), «Los embajadores del buen humor», (su transmisión comenzó en la radio en 1937 y luego, el 4 de julio de 1954, pasó a la televisión), – fueron programas de comedia y de sátira política que formaron parte de un proyecto cultural. Este proyecto había comenzado durante el siglo XIX en periódicos y revistas tales como El Buen Humor (1881), Don Severo Cantaclaro (1873-74), El Sastre de Campillo (1897), La Víbora (1898). Entroncó este proyecto con revistas satírico-humorísticas como lo fueron Punto y Coma, El carnaval, Florete y otras tantas durante las décadas del 20 y del 30 del pasado siglo. Entre 1865 y finales de 1940 se puede nombrar la existencia de unas 124 revistas de humor y sátira política.
Por otro lado, comedias radiales como: «¡Qué sirvienta!», «El tremendo hotel», «Esta es mi suegra», «Torito & Co.», «La familia Pérez», ‘Gloria y Miguel», ‘La tremenda corte» y «El colegio de la alegría» trajeron consigo la modernidad entendida como un desfile de productos de la publicidad. De esta forma programas como: «La novela Colgate», «el radio teatro Philipps», «La novela Denia», «Malta Dukesa y Kresto», «La taberna India» y «La taberna Corona», entre otros, proveían las voces para unas biografías colectivas de los sectores de la población que se incorporaba al desarrollo del País. Torito & Company y El tremendo hotel, transmitidos por WKAQ radio en su bloque de programación del mediodía eran de los programas de mayor audiencia.
El mundo noticioso también llegó a través de la radio. El primer radioperiódico lo comenzó a transmitir en WKAQ 1934. El espacio de noticias se llamó La Correspondencia de Puerto Rico. En los años 50 Radio El Mundo incorporó espacios de noticias como fueron «Combas Guerra Informa», «Trans Caribbean Informa» y «El noticiero de la una». No obstante, la modalidad de periodismo electrónico tardará muchos años en llegar. Sin embargo, la prensa escrita de la época recuerda la cobertura que hizo la WNEL de la visita de Carlos Gardel a la isla en 1935, la de WAPA del fuego en el Jacks Club del Condado en 1948 y la que llevó a cabo WIAC de la revuelta nacionalista de 1950.