Dra. Carmen J. Rodríguez
Psicóloga y Mediadora Certificada por el Tribunal Supremo
La mayoría de los hombres que exhiben una conducta violenta y maltratante suelen recurrir a la negación y a no reconocer las nefastas consecuencias de sus actos en su relación de pareja. Varios estudios señalan que los hombres agresivos y maltratantes tienen problemas de autoestima, inseguridad, inestabilidad emocional, impulsividad e inmadurez emocional. También suelen justificar sus actos alegando que ellos no son agresivos. Alegan que son otros los culpables y los que provocan su conducta violenta.
Los agresores con autoestima baja e inseguridad, sin excluir los que tienen trastornos emocionales, usualmente tienen la necesidad de validar su control y autoridad sobre su pareja atacándola y acosándola constantemente. Los agresores ven a su pareja e hijos como su propiedad y cuando sienten que pierden ese control; intimidan y amenazan a su víctima, hasta que la someten. Finalmente si no consiguen su objetivo en el peor de los casos deciden terminar con la vida de su pareja o la de ellos, en ocasiones alegando, “que si no es mía no es de nadie”.
Lamentablemente, hace una semana un padre estranguló a sus tres hijos y se suicidó. Esta situación posiblemente pudo haberse evitado, si a tiempo se le hubiesen dada las ayudas terapéuticas que Eric Seguinot ameritaba. Es importante que cuando una persona comienza a dar indicadores de violencia hacia su pareja o hijos, se refiera de inmediato a un programa de tratamiento psiquiátrico o psicológico. De esta manera se trabajará con la conducta del agresor y se podrá establecer el protocolo a seguir. El proteger la vida de la familia involucrada y del agresor deben ser una prioridad, para evitar una tragedia como esta.
El Dr. John Gottan y el Dr. Neil Jacobson en un estudio realizado postulan que los hombres agresivos caen en dos categorías:
El Agresor Pitbull
Solamente es agresivo con la persona que ama, es celoso y tiene miedo al abandono, priva a su pareja de su independencia y la vigila y ataca públicamente. Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión. No ha sido acusado de algún crimen y tiene potencial para la rehabilitación.
El Agresor Cobra:
Es agresivo con todo el mundo y propenso a amenazar con cuchillos o revólveres. Depende emocional de otras personas e insiste en que la pareja haga lo que quiere. Agrede físicamente y verbalmente a su pareja e hijos. Posiblemente tenga o ha tenido casos o querellas en el Tribunal. Es muy difícil de tratar en terapia psicológica.
Lamentablemente, tanto el agresor Pitbull como el Cobra en su búsqueda de control y de poder, pueden incurrir en conductas de maltrato físico y psicológico hacia su pareja, hijos y familiares. Estas conductas se intensificarán en la medida en que no encuentre límites a su conducta o no vean consecuencias. Por esta razón es importante que cuando se presenten estas conductas de inmediato se busque ayuda o se recurra a una agencia de gobierno como puede ser la Policía o el Tribunal.
Una hombre con problemas de agresividad necesita de un proceso terapéutico en el que pueda aprender a estar en contacto con sus emociones y que le ayude a combatir la ira y la agresividad, aceptar su responsabilidad y no culpar a otros por su falta de controles internos. Existe programas para el manejo del coraje, que pueden ser muy útiles a la persona agresora, ya que puede aprender a educar sus emociones y a controlar sus impulsos. Esto evitará consecuencias devastadoras como pueden ser; privar de la vida a su pareja y terminar recluido en una institución penal por el resto de su vida.